Pocas obras como esta ven la luz cada año. No por falta de ideas, sino porque están hechas del tiempo que no se acelera, Del hacer que no se delega, Del detalle que no se omite. Cada fósforo ha sido trabajado como si fuera único, porque lo es.Cada fósforo, tallado por la paciencia, es testimonio de que lo minúsculo, cuando es tocado con arte y excelencia, puede alcanzar lo sublime.Donde otros ven lo banal, esta obra revela belleza.